Hay muchos productos utilizados en la agricultura contra los patógenos, pero pocos tienen tantas funcionalidades como el caolín (aún poco utilizado). Recientemente ha iniciado a usarse para la protección de los cultivos hortícolas, en particular, en los olivares.
El caolín es una roca clástica o detrítica formada principalmente por caolinita, un mineral de silicato de las arcillas. Tiene una consistencia terrosa y suave.
El caolín ha tenido un uso importante en varios sectores antes de la agricultura. Se descubrió en 1700 y se utilizó en la receta básica de la porcelana. A lo largo de los siglos se ha utilizado para otros fines y en combinación con otros productos, empleándose en la construcción, en la industria del papel, se ha usado como tinte, como agregado para la porcelana, la cerámica y otros.
El caolín en la agricultura
El caolín se aplica en el campo mediante pulverizadores que permiten distribuirlo correctamente y es por este proceso que se adhiere eficazmente a los órganos vegetativos de la planta.
El caolín tiene numerosas ventajas:
– Acción protectora contra la radiación solar con una acción reflectante infrarroja, reduciendo las quemaduras foliares
– Aumenta la capacidad fotosintética al reducir las temperaturas
– Reduce la pérdida de agua debido a la transpiración de las hojas
– Reduce el ataque de diversos patógenos como la mosca del olivo, de la fruta y de la nuez, el mosquito verde de la vid, el psílido del peral y muchos otros.
También se utiliza ampliamente en el cultivo del olivo contra la mosca del olivo. La película creada por el caolín inhibe la proliferación de las bacterias simbióticas de la mosca y reduce el efecto de atracción de compuestos como las enzimas y los fenoles producidos por las aceitunas.
Además, un estudio griego de 2015 demostró que los olivares tratados con caolín tenían un menor contenido de acidez libre, mejorando así el contenido de ácido del aceite (Maletsika et al. 2015).
En otros estudios, se ha observado que el caolín influye directamente en la reducción de la transpiración con una mayor acumulación de agua y la reducción del estrés en períodos de sequía. Además, se ha identificado un efecto de reducción del estrés oxidativo que conduce directamente a una menor energía utilizada para la producción de antioxidantes (Brito et al. 2018).
El caolín se aplica normalmente en forma de suspensión acuosa. Las dosis oscilan entre 0,2 kg y 5 kg por 100 L. Normalmente se recomienda una dosis más alta en la primera intervención, reduciendo las dosis a lo largo del tiempo. La tabla muestra un ejemplo de las dosis recomendadas (agrimag.it).
El caolín se arrastra fácilmente, por lo que si llueve cerca de los tratamientos será mejor no realizarlos o habrá que repetirlos después de las lluvias.
Una combinación funcional es con el jabón de potasa suave. Por otro lado, es difícil de manejar en combinación con el cobre, que se ha demostrado que reduce la eficacia del caolín. Además, el cobre tiene un efecto fitotóxico, en algunos casos, puede provocar también filoptosis (caída de hojas) con una reducción de la vegetación disponible para la acción del caolín.
El caolín no tiene ningún periodo de carencia, no es tóxico para el ser humano ni para el medio ambiente y su uso está permitido en la agricultura ecológica.
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