El género Olea L. incluye unos 40 taxones específicos y subespecíficos (Besnard et al.; 2001), que suman unos 805 millones de individuos, distribuidos en cuatro continentes (África, Asia, Europa y Oceanía) (Besnard et al.; 2001), el 98% de los cuales crecen en la cuenca mediterránea.
El sector del aceite de oliva es un pilar fundamental en el sistema agroalimentario español.
España es líder mundial en superficie, producción, y comercio exterior, gracias a la tradición olivarera del país y a una industria tecnológicamente avanzada y profesional capaz de obtener aceites de gran calidad. La producción española de aceite de oliva supone el 70% de la producción de la UE.
Según información compartida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. España es el primer exportador mundial de aceite de oliva. Sus exportaciones suponen en torno al 65% de su comercialización total.
El aceite de oliva representa el tercer producto agroalimentario más exportado por el país, con más de 150 países de destino y una balanza comercial favorable que contribuye al saldo positivo del conjunto del sector agroalimentario.
El olivar abarca 2,75 millones de hectáreas de las cuales 2,55 millones de hectáreas pertenecen a olivar de almazara (93% del total de olivar). El cultivo está presente en 15 de las 17 comunidades autónomas con una distribución centro-sur y este de la península.
La olivicultura europea cuenta con unos 4 millones de hectáreas, en las que la UE produce alrededor del 67% del aceite de oliva mundial. Italia y España son los mayores consumidores de aceite de oliva de la UE en términos absolutos, con un consumo anual de unas 500.000 toneladas cada uno, mientras que Grecia tiene el mayor consumo per cápita de la UE, con unos 12 kg per cápita al año. En total, la UE representa alrededor del 53% del consumo mundial de aceite de oliva.
Cada año se producen en el mundo una media de 3 millones de toneladas de aceite de oliva. Los principales países europeos en producción de aceite de oliva son: España con un 38%, Italia con un 12%, Túnez con un 10%, Grecia con un 9% y Turquía con un 7% (ISMEA, 2020
En una entrevista con un medio local, Pedro Barato, presidente de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva, afirmó que el consumo de aceites de oliva está creciendo con fuerza en España. Entre octubre de 2020 a febrero de 2021 las ventas crecieron un 14,3% comparadas con igual periodo del ejercicio anterior, hasta alcanzar las 257.000 toneladas.
El COI estimó una producción de unos 2,1 millones de toneladas en la UE para la cosecha 2021-2022.
En cuanto a los principales países productores, se espera que España produzca 1,4 Mt, un 0,94% más que en la cosecha 2020-2021; para Italia, la UE estima una producción de 300.000 t, es decir, un 9,5% más; para Grecia, por el contrario, la UE estima una producción de 230.000 t, lo que supone un importante descenso del 16,4%.
Según Confagricoltura, entre 2019 y 2020 se produjo un descenso de las cotizaciones del aceite de oliva; en concreto, el aceite virgen extra sufrió una caída del 45%. El problema de la crisis del mercado de este producto, de los últimos años se debe al mantenimiento de una elevada producción que se corresponde, sin embargo, con una menor utilización, lo que lleva, según una última previsión, a un stock de casi 830 mil toneladas, prácticamente el doble del stock medio de las últimas cinco campañas.
En este contexto, la agricultura 4.0 adquiere cada vez más valor en el mercado. En particular, la innovación digital en el sector agroalimentario -o Smart Agrifood- es amplia y se manifiesta en varios niveles de la cadena de suministros (desde la producción en el campo hasta la distribución de alimentos, pasando por la transformación).
Hoy en día, a través del Internet de las Cosas (IoT o Internet of Things) y el Big Data Analytics, la Agricultura de Precisión es capaz de proporcionar y gestionar más información, de forma más precisa y oportuna, permitiendo la automatización de procesos y actividades productivas que de otra forma no estarían relacionadas. Confirmando la creciente importancia del sector, el mercado mundial de la Agricultura 4.0 en 2019 se estimó en alrededor de 7.800 millones de dólares (+11% en comparación con 2020), con Italia representando más del 5%. A día de hoy, la superficie cultivada con herramientas de Agricultura 4.0, según estimaciones del Observatorio Smart AgriFood del Politecnico de Milán, es del orden del 3-4% de la superficie total, y el mercado italiano de la Agricultura 4.0 ha pasado de 540 Mln de euros en 2020 a 1,6 Mln de euros en 2021, registrando un crecimiento de alrededor del 20% anual (figura 2) (Smart AgriFood Report 2022).