Agricultura de precisión
Según la definición europarlamentaria, la agricultura de precisión (AdP) se define como: «…un concepto de gestión agrícola basado en el uso de técnicas digitales para controlar y optimizar los procesos de producción agrícola».
Los principales objetivos de la AdP son:
- Trazabilidad y seguimiento: control de las distintas fases de producción;
- Optimización: eficiencia productiva y cualitativa;
- Reducción: de los insumos, de los flujos materiales de información y de los impactos ambientales;
- Empleo: creación de nuevas oportunidades de trabajo y negocio.
Entre las diversas tecnologías que ofrece la Agricultura 4.0, los drones representan una solución interesante y todavía, parcialmente desarrollada. Veamos algunas características de esta tecnología:
Drones
Los drones son aviones teledirigidos, es decir, sin piloto a bordo. Normalmente, de pequeño tamaño, se utilizan tanto para fines profesionales como para aficionados.
En la agricultura, el uso de drones está experimentando una interesante expansión.
Según el estudio realizado por el Observatorio Smart AgriFood, los drones representan actualmente el 10% de las soluciones utilizadas en la agricultura y están experimentando una interesante evolución en términos de inversión.
Inicialmente utilizados principalmente para el estudio aéreo de las plantas, con fotografías periódicas, hoy en día se utilizan con el mismo fin pero con características mejoradas gracias a la evolución de las tecnologías.
Generalmente, un dron se compone de:
- Avión o UAV (vehículo aéreo no tripulado) > Drone
- Sensor óptico > Cámara clásica (por ejemplo, estilo GoPro) o cámara multiespectral
- Joystick > Sistema de control en tierra
- Pad > Sistema de control en tierra
- Operador(es) > Orientación (o preselección) y control de área.
Las ventajas del uso de drones son, sin duda, la facilidad de manejo y la velocidad de adquisición de datos. Son portátiles, a menudo muy ligeros y maniobrables, las imágenes producidas son de muy alta resolución y los datos son extremadamente específicos y precisos.
El coste suele ser relativamente bajo, en comparación con las aeronaves tripuladas.
Por otro lado, dentro de las desventajas, está la imposibilidad de vigilar grandes áreas, tanto por el tiempo generalmente corto en que el dron puede volar como por el área detectada por las cámaras.
Para ello, se podrían utilizar varios drones para componer imágenes de grandes áreas.
Además, requieren licencias y formación ad hoc. Ya que producen un gran número de imágenes que luego hay que procesar, y también tienen ciertas limitaciones en cuanto a las condiciones meteorológicas y los horarios de vuelo (día/noche). Como puede verse en la siguiente imagen, la diferencia entre los distintos aviones y satélites utilizados para el análisis terrestre radica en la altura de vuelo y la cobertura de la zona; de hecho, a medida que aumenta la primera, aumenta la segunda y disminuye proporcionalmente la resolución espacio-temporal y la complejidad del tratamiento de los datos.
Imágenes multiespectrales
Uno de los usos más extendidos en la agricultura es la teledetección con imágenes multiespectrales. De hecho, los drones pueden estar equipados con una cámara multiespectral que permite disparar a diferentes longitudes de onda útiles para estudiar la composición vegetativa y del agua en las plantas.
El ejemplo de la imagen muestra la resolución entre dos cámaras multiespectrales diferentes. El Parrot Sequoia, por ejemplo, tiene una mayor resolución y el Mapir una menor. Esto da lugar a una visualización de la imagen diferente. Evidentemente, tienen costes diferentes y se utilizan para fines distintos según se quiera más o menos precisión. En las imágenes se representa un índice vegetativo (NDVI) que varía del verde, que representa zonas con buen vigor vegetativo, al rojo, que representa zonas con menos vigor vegetativo.
Banco de imágenes:
- Report Osservatorio Smart AgriFood, Politecnico di Milano, 2022
- www.dronebase.com
- Casabona, Tesi Magistrale, Poli. Torino, 2019-2020