La filoxera, de nombre científico Daktulosphaira vitifoliae, es infame en los países de Europa, porque alrededor de 1860 se introdujo accidentalmente en Francia. De hecho, este patógeno procedía de material de propagación de Vitis procedente de América del Norte y dio lugar a una de las epidemias más perjudiciales para los cultivos europeos.
La filoxera redujo numerosos viñedos europeos y mundiales. Fue encontrado por primera vez en 1863 por el profesor Westwood de la Universidad de Oxford. A partir de ahí, se encontraron muchos ejemplares en Francia y luego en Italia, donde se detectaron algunos daños, pero no fue hasta 1879 cuando se constató su presencia.
A finales del siglo XIX estaba presente en cientos de municipios, afectando a millones de hectáreas.
Ataca a las hojas y a las raíces de la vid, creando agallas en las primeras y nudos y tuberosidades en las segundas.
La figura muestra la distribución actual del patógeno.
El insecto
Es un pulgón muy pequeño, ovíparo, se alimenta de células de parénquima y no tiene bacterias endosimbiontes obligadas.
Los daños se producen en las hojas y las raíces. Las poblaciones son iniciadas anualmente por una hembra fundadora, con un cuerpo piriforme y amarillo con la parte delantera marrón.
Realiza varias generaciones al año y varía su ciclo en función de la planta huésped.
En la vid americana completa su ciclo. En primavera, emergen las fundadoras, que darán lugar a la primera generación (por tanto, fundadoras) a partir del huevo de hibernación. Las hembras pican las hojas induciendo la formación de agallas donde estas pone sus huevos. De aquí nacen las nuevas agallas, que darán lugar a nuevas generaciones.
Sin embargo, ya en la segunda generación comienzan a formarse otras filoxeras llamadas radículas, también en las hojas, que se desarrollan en las raíces; forman generaciones paralelas a las galéculas. Estas migran de las hojas a las raíces, donde llevarán a cabo las siguientes generaciones.
En ambos casos, pueden producirse alrededor de 8-10 generaciones al año.
En otoño se forman otras filoxeras, llamadas sessupare, hembras aladas que se desplazan a la parte aérea para poner dos tipos de huevos en las hojas: macho y hembra.
¡Sí! Hasta ahora, las generaciones eran exclusivamente femeninas. Las hembras, después de aparearse, ponen sus huevos en los tocones y brotes más viejos, permitiendo que el patógeno pase el invierno.
Los huevos, que son amarillos, y los gallicoles, que son amarillo-anaranjados, se pueden observar abriendo las agallas. Las agallas y las raíces miden aproximadamente 1 mm de largo, no tienen alas y son de color amarillo-verde. Las raíces tienen un rostrillo más largo.
Los sessupares tienen alas, miden aproximadamente 1,5 mm y son de color naranja con una parte negra en el tórax.
En las vides europeas, sólo se produce una parte del ciclo. De hecho, solo se desarrolla la generación de raíces. Las fundadoras se desarrollan, pero las agallas que forman no dan lugar a gálbulos en las hojas.
El pulgón pica las hojas o las raíces, formando las agallas.
Daños de la filoxera
Como hemos visto en América, los daños se concentran tanto en las hojas como en las raíces; en la vid europea sólo en las raíces.
En América se observaron agallas en las hojas, que no eran perceptibles en la vid europea. De hecho, en esta última, los principales daños quedan relegados a las raíces, lo que da lugar a lesiones con una funcionalidad radicular reducida y una mayor susceptibilidad al ataque de otros patógenos. La tristemente célebre plaga de la filoxera que afectó a Europa durante décadas fue causada por el daño a las raíces.
En las hojas, en particular, se pueden ver agallas redondas y arrugadas. En las ramas, en cambio, las agallas son nudosas y grandes, lo que reduce la capacidad de absorción de la raíz.
Defensa
La mejor defensa ha sido el injerto de vides europeas en vides americanas.
Desde el punto de vista agronómico, será útil eliminar los brotes al pie.
Están autorizados dos principios activos: Acetamiprid y Spirotetramat. El tratamiento puede repetirse al cabo de unas 2 semanas si el ataque sigue siendo importante. Sin embargo, estos productos tienen un efecto limitado debido tanto a la biología del patógeno como a la correcta limitación del número de intervenciones a realizar.